“Mokimo”, expresó Susan, enfatizando la acentuación en la “i” y estirando la última “o”, abriendo sus ojos, como para enseñar la correcta pronunciación de esta palabra.
El mokimo es una de las tantas comidas tradicionales de Kenia de la tribu Kikuyu. Es a base de papas. La joven de 19 años, de contextura maciza y curvas pronunciadas, peló dos docenas de estos tubérculos y los puso a hervir en agua.
Luego mezclo algunos vegetales, granos de maíz, arvejas y demás, y revolvió con fiereza. “Hay que ser fuertes como yo para cocinar esto”, indicó. De a poco, en la gran olla, que se calentaba en el horno a carbón, iba tomando forma el mokimo.
Cuando está listo es una especie de puré amarillento, con trozos de vegetales. Sirve como acompañamiento. En este caso, se sirvió con carne de oveja rebosada en un caldo con cebolla y morrones. Se puede comer con cuchara o con la mano, ya que la consistencia es sólida. Los locales prefieren las manos claro.
—
“Ugali”, repetía Melisa, acentuando la “a”; estaba empecinada en que pronuncie correctamente esta palabra, que simboliza la comida más típica del país.
Es fácil de preparar, la jovencita regordeta y conversadora, con dientes grandes y rasgos típicos de los morenos, con frentes importantes y cabello crespo, sacó una bolsa con polvo blanco en el interior.
“Harina de maíz”, indicó, y comenzó a colocar grandes cucharadas en agua hirviendo. A revolver y testear a ojo si la consistencia se va poniendo pastosa. Se agrega harina según la cantidad de agua; la idea es que quede como un engrudo, casi sólido. Luego se deja enfriar y queda un bloque blanco que parece una gran miga de pan. El gusto es especial, un poco desabrido, pero cuando se combina con otra cosa cambia radicalmente.
Se puede cortar en trozos y sirve como cubierto para levantar y llevar a la boca el plato principal (en los hogares sin recursos se come esto solo); en este caso, un revuelto de verduras de la granja que tienen en la casa (un tanto amargas), tipo “panaché”, y pollo, que el jefe del hogar, Kimani, mató minutos antes. “Voy a matar el más grande para ti”, dijo orgulloso, y tomó del gallinero un pollo blanco y suculento, que degolló, desplumó y cortó en trozos con mucha pericia.
—
“Chapati”, Melisa quería que dijera una y otra vez las palabras en suajili para que me queden grabadas. Acentuaba la segunda “a” y separaba en sílabas para que sea más sencillo decir bien esta palabra que refiere a otra comida típica, elaborada a base de trigo.
En este caso es más compleja la preparación. Son como panqueques que hay que amasar, elaborados con harina de trigo que también se hierve hasta obtener la masa a la que se da forma antes de freír en la sartén.
El chapati se puede comer con el té, o también se usa como acompañamiento. El plato central era carne de vaca salteada con verduras. Delicioso.
Se come con las manos, por lo que antes generalmente una de las mujeres del hogar pasa con una jarra de agua tibia y una palangana para que los comensales se higienicen. A veces se usa jabón líquido también.
Para beber, luego de comer, algunos optan por el té con leche, otros toman simplemente un vaso de agua, mientras que algunos prefieren el yogurt bebible.
Una de las mejores partes de viajar sin dudas, probar las ricas gastronomías, que también hablan y muestran cosas de los países.
JII. Nakuru, Kenia. Junio 2014.
q buen relato culinario….me encanto…podemos probarlo aca en Bs As….